La muerte no me da miedo, la muerte me da sólo pena. Porque sé lo que no voy a encontrar en el otro lado: no habrá nada. Hay que vivir lo más posible, con salud.

Periodo yacente (Un cuerpo dormido para siempre): Infinito

- Lo que podría ocurrir antes de ese acontecimiento final.

Ayer, un día antes de mi muerte, fui al panteón familiar y lo contemplé con un inmenso cariño, pues alberga los restos y la memoria de seres que he amado. Recordé sus nombres. Estos muertos se han convertido en oscuros e invisibles seres cuyo espíritu flota sobre los aires granadinos. Había mucha gente tozuda arañando el sol y desde el horizonte, llegaba hasta el ocaso de los muertos un olor de mansa alegría.

 

El recién muerto tiene memoria y puede que ese día recuerde el nombre de todas las personas que acudan a darle su último adiós. Me gustan las despedidas mortuorias porque en ellas el aire azul cargado de agonía, parece penetrar como un don hasta el fondo de las tumbas más cerradas. 

 

No tengo lápida o tumba en la que reposar la tristeza, el desamparo o la ausencia, la revelación de mis alegrías, la confesión inaplazable de mis desasosiegos. Es mi último esfuerzo, mi último trabajo, trabajo postrero, en las mismísimas puertas del infierno.

 

En el cementerio, los muertos oyen los comentarios que las gentes vomitan bajito, con una cadencia medida desde el fondo de sus pulmones; sienten también el arco iris que se eleva por los montes de espuma hacia sus despojos; perciben igualmente el silencio de los buitres que para devorar las carnes podridas, atraviesan el espacio infinito, cerrado como una navaja, hasta sumergirse en el cadáver donde atrapan el corazón que han avistado y luego se elevan llevándolo entre las garras para devorarlo sobre una tumba arruinada. 

 

Se ha acabado una persona, se ha acabado definitivamente una historia vital, que quizá hemos compartido muy de cerca. Esos segundos en que vemos pasar el ataúd, camino de esa enorme distancia que es la muerte, cuando ya nada es modificable, son momentos para una pequeña reflexión, para sentirnos conmovidos, para que los ojos se nos humedezcan, quizá; son segundos que nos inmovilizan y nos desconectan momentáneamente de nuestra vida cotidiana. Las glorias póstumas no alcanzan a los que verdaderamente las generan y se lo merecen. Y así tenemos que la celebridad de un muerto solamente beneficia a sus herederos.

 

 

 

 

 

Los muertos llevan alas de musgo.
El viento nublado y el viento limpio
son dos faisanes que vuelan por las torres
y el día es un muchacho herido.

Federico García Lorca

 

JOSÉ ANTONIO

ÁLVAREZ CALVO

Granada (España)

soyyoengranada@hotmail.com

Traductor internacional

MI CURRICULUM
Es la trayectoria profesional que ha adornado toda mi vida en este mundo.
curriculum.pdf
Documento Adobe Acrobat 298.3 KB
Referencia bibliográfica en la Enciclopedia de Andalucía
Referencia bibliográfica en la Enciclopedia de Andalucía
Para aumentar su tamaño, pulsar sobre la imagen.
Para aumentar su tamaño, pulsar sobre la imagen.

Mi segunda web personal.

Las historias que se cuentan son muy variopintas y han pasado a mis días de jubilación, como testimonios hermosos del presente que estoy viviendo.